¿Cada cuánto debo hacerme una limpieza bucodental?
¿Cada cuánto tiempo es recomendable realizar una limpieza?
Como norma general, una persona que no tenga ningún problema dental debería acudir al dentista y realizarse una limpieza, al menos, cada año.
En los casos en los que existe alguna patología se debe realizar una limpieza según las indicaciones de tu odontólogo, normalmente cada cuatro, seis u ocho meses.
¿Es perjudicial para los dientes?
Las limpiezas dentales no afectan al esmalte del diente ni producen ningún desgaste ya que se realizan por ultrasonidos. El chorro de agua que incide en el diente es simplemente para retirar los restos de placa que se desprende.
¿Son dolorosas las limpiezas bucodentales?
En principio, no son dolorosas. En casos de excesiva sensibilidad, puedes solicitar a tu odontólogo que te administre algún desensibilizador o anestesia.
¿Cuánto dura?
La duración de la limpieza dental contando todas las fases: la tinción previa, la visualización del paciente de las zonas en las que debe mejorar su higiene, fluorado y revisión del odontólogo dura una hora aproximadamente. Tienes más información del proceso en el siguiente enlace
¿Cómo se realiza una limpieza bucodental?
Los pasos que se siguen durante una limpieza dental son los siguientes:
1) Primeramente, se realiza un examen visual del estado de las piezas dentales y del sarro existente. En caso de que sea necesario se realizarán pruebas complementarias como radiografías, por ejemplo.
2) Posteriormente, se utiliza un tinte especial (revelador de placa) que sirve de ayuda para destacar las zonas del diente donde existe una mayor acumulación de placa.
3) Mediante un espejo, se muestra al paciente las zonas con mayor acumulación de placa para que en futuros cepillados incida en ellas.
4) El/la higienista comienza la limpieza utilizando un ultrasonido que permite desprender el sarro de la superficie del diente. Durante el proceso, se irriga agua a presión para eliminar los restos y evitar que el dispositivo se sobrecaliente.
5) En pacientes con mucha sensibilidad dental o con necesidades especiales se puede bajar la intensidad del ultrasonido, utilizar un raspado manual, geles desensibilizantes o, incluso, anestesia.
6) Una vez terminada la limpieza, se realiza un pulido con una pasta especial para eliminar las posibles manchas dentales.
7) También se efectúa un enjuague bucal con un antiséptico, por lo que el paciente debe estar, al menos, media hora sin beber y/o ingerir alimentos.
8) Terminado el proceso, el/la dentista lleva a cabo una comprobación del estado dental, prestando atención a las observaciones realizadas por el/la higienista.
9) Finalmente, en función de la situación individual del paciente se da cita para una próxima limpieza o, en caso necesario, para otro tipo de tratamiento.
Más información
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